Algunos
de los grandes cantantes y músicos famosos que visitaron, o no, Egipto.
En las
Islas afortunadas en el primer tercio del siglo XX nacía Alfredo Kraus. De madre española y
padre austriaco, Kraus inició sus estudios musicales con lecciones de piano a
los cuatro años de edad, y cantando en el coro de la escuela a los ocho. Debutó
internacionalmente en el Teatro Real de El Cairo en 1956 con el papel del Duque de Mantua en la ópera Rigoletto de Verdi y con el papel de Mario Cavaradossi en la ópera Tosca,
de Puccini.
Tiempo
después, el cantante estadounidense de orígenes italianos Frank Sinatra triunfaba en todo el mundo con su voz y maneras tan
particulares de interpretar. En 1971
anunció su retiro del mundo del espectáculo a los 55 años en un concierto a
beneficio en Hollywood para la Motion Picture & Television Relief Fund.
Dejó su corto retiro en 1973 y volvió de manera triunfal a los estudios de
grabación, al escenario y a la pantalla con el álbum de estudio y especial de
televisión Ol’ Blue Eyes Is Back, con estos temas y otros visitó Egipto por
primera vez en 1979 y el 27 de septiembre de se presentó en un concierto al
aire libre en frente de la Esfinge y de la Gran pirámide de Guiza como invitado
del Presidente Anwar Sadat y la primera dama Jehan Sadat.
Allí ocurre un
incidente que les debería haber prevenido contra los espejismos: Bárbara, su
mujer, sube sobre un camello que se desboca por el desierto hasta que el bicho
decide parar. Frank le suelta todo tipo de inconveniencias al camellero. Este
se indigna. Se quita los ropajes. Es un estadounidense con la cara pintada,
disfrazado para protegerlos, y ha entendido el chorreo: "¡Señor Sinatra,
no puede tratarme así!".
Un
año más tarde en 1980 estrenó,
Julio Iglesias, su década prodigiosa en Egipto- y regresó un año después
por invitación del entonces presidente Anwar al Sadat, con quien mantuvo cierta
amistad. Ese mismo año 1981, al mes siguiente sería asesinado su anfitrión.
En aquella ocasión sus letras resonaron
en la meseta de Giza, con
las pirámides al fondo y con la Gran Esfinge como guardián. Una instantánea
inolvidable con la que se reconcilió Iglesias en octubre de 2010. "Las pirámides
tienen una energía natural increíble”. Actuaría
posteriormente en varias ocasiones más, la última en marzo de 2015.
En contra de lo que vulgarmente se
cree, y que aparece, incluso, en algunas páginas de internet, el canal de Suez,
inaugurado el día
17 de noviembre de 1869 no lo fué a los sones de la ópera Aida, sino bajo
la música de la Egyptian March Op. 335 de Johann Strauss II.
Verdi había recibido
un encargo para componer un himno (no una ópera) para la inauguración del
canal, pero lo rechazó y hubo de recurrirse a la partitura ya referida.
A parte de este
hecho, si hubo representación de una òpera, pero no en la inauguración del
Canal, sino en la inauguración del Teatro Real de la ópera (“Khedivial Opera House”
o Teatro de la Opera del Jedive) y no la ópera de Verdi Aida, sino Rigoletto.
Este teatro fue un encargo personal del Jedive Ismail Pacha al arquitecto
italiano Pietro Aroscani, el cual confeccionó el diseño y dirigió la construcción.
ةدياع, Aida, nombre
femenino que en árabe significa 'visitante' o 'que regresa' es el título de una
ópera en cuatro actos con música escrita por
Giuseppe Verdi y que se estrenó en el mismo escenario del Khedivial,
pero eso no ocurrió hasta
el 24 de diciembre de 1871, cuando ya habían pasado más de dos años desde la
inauguración de ambas obras (canal y teatro). A
dicho estreno no acudió Verdi, ya rico y famoso, aduciendo su aprensión y miedo
a los largos viajes en barco y que con su amante de protagonista de la obra ya
había preparado otro “estreno” que tuvo lugar en “su teatro”, la Scala de Milán
el 8 de Febrero de 1872.
La historia del libreto de Aida es más
rocambolesca, y en ella intervienen personajes importantes de la época.
El ya mencionado Jedive Ismail
Pacha hizo otro encargo, esta vez a Auguste Mariette, al cual había nombrado en
1858 Director de Antigüedades. Consistía dicho encargo en la representación de
una ópera de ambiente egipcio para su nuevo teatro. Mariette, sin pensarlo dos
veces se puso en contacto con Camille du Locle, director, entonces, de la Opera
cómica de París al que le transmite un argumento de su invención. Du Locle, con
mucho trabajo y “mano izquierda”, insinuando que la composición de la música pudiera ser ofrecida a su rival y enemigo personal Wagner, consigue garantizar la participación de Verdi
en el proyecto. Mariette, Du Locle y Verdi trabajan sobre el libreto dándole
forma hasta el último detalle y deciden encargarle a Antonio Ghislanzoni la versificación del mismo.
El propio Mariette
se encarga del diseño del vestuario y se inicia la confección del mismo en
París, pero en 1870 estalla la guerra franco-prusiana y París permanece bajo el
asedio de las tropas alemanas hasta el fin de la guerra al año siguiente. En
ese medio tiempo Verdi prepara su propio estreno en Italia, mientras Mariette
reanuda, tras la guerra, los preparativos para el gran estreno en El Cairo.
Además de la “premiere” de 1870 Aida ha sido
representada en otras ocasiones en diversos escenarios. Como ejemplo citaremos
la gran representación llevada a cabo el 27 de noviembre de 1994 en el templo de Hatshepsut
y las realizadas en los días 5,6,7
y 10 de Octubre de 2010 últimas representaciones de Aida en la incomparable explanada
de Guizá y cuyos escenarios fueron desmontados pocos meses después de la
revolución del 25 de Enero de 2011 en la que fue depuesto el presidente del
gobierno Hosni Mubarak.
VIDEO: Como muestra de esta
espléndida obra y de una de sus fastuosas puestas en escena os añado un enlace
de video del Acto 2º Escena 2ª con la famosa “Marcha Triunfal”
desde el Metropolitan Opera House de NY, …¡¡¡
Gloria a Egipto !!!
Emilio, tu post es genial! Como el gran Sinatra!
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